martes, 7 de diciembre de 2010

A propósito de Wikileaks

El tema Wikileaks es fascinante. 

Hacía mucho que los ciudadanos no teníamos un acceso tan directo a los tejemanejes políticos y diplomáticos de este mundo.  Si bien es cierto que de vez en cuando nos han dejado asomarnos tímidamente a las cloacas de la política con algún que otro titular y/o documental (muy recomendable ZeitGeist, lo encontráis en googlevideos), nada hasta ahora es comparable con la documentación secreta filtrada y publicada durante estos días.

Julian Assange, un hombre supercarismático con pinta de actor (yo personalmente le encuentro cierto parecido con Ralph Fiennes) pone a nuestra disposición tremenda cantidad de información relativa a la actuación y comportamiento de presidentes, gobiernos y dictadores de los países mas influyentes del mundo. Hay de todo. Irak, Afganistán, terrorismo internacional, comportamiento de la diplomacia… Leer esta documentación es alucinante y a la vez indignante.

Lo que me llama mucho la atención es que Estados Unidos ha vetado el alojamiento de la web en servidores de su territorio. Hasta la fecha, Wikileaks campaba a sus anchas en servidores de Amazon. Sin embargo, ahora que la cosa se ha puesto seria y desde la administración de Obama han declarado a Assange y a cualquier cosa/ente/materia/ser/cable/bit/… relacionados con él non-gratos,  ya se está poniendo difícil la existencia y convivencia de Wikileaks en el WWW. Ahora, se han trasladado a una IP de Suiza ya que la empresa que les proporcionaba el dominio les ha vetado y se han instalado en un servidor del Norte de Francia. Sin embargo, el gobierno del país vecino ya ha dicho que no se siente cómodo con la web alojada dentro de la patrie. Vamos, que mucho me temo que tendrá que mudarse de nuevo.

Entonces, ¿cómo es esto? El Tribunal Europeo de Derechos Humanos contempla que un periodista publique información secreta siempre que sea de interés para los ciudadanos y no ponga en vilo la seguridad internacional. Además no está obligado a desvelar sus fuentes. No sé cuál es la regulación existente en Estados Unidos pero mucho me temo que da igual, Wikileaks no va a tener cabida en sus fronteras y visto cómo de bien funciona la diplomacia internacional americana, en Europa va por el mismo camino. Viva la libertad de expresión. Es decir, ahora resulta que el país bandera de las libertades censura una web que le saca los colores (dicho sea de paso, la información filtrada estaba disponible para 2.500.000 personas que tenían acceso a una red de Internet especial que conectaba las principales agencias de “inteligencia” del país…esto es mucha gente, no?).

Y yo lo que me pregunto es ¿cómo funcionan estos servidores?, ¿quién tiene poder sobre sus dominios?, ¿cuáles son las empresas que los controlan?, ¿quién legisla sobre lo que se puede y no se puede instalar?, ¿dónde están los límites?, ¿cómo se gestiona la territorialidad de una web? Y por otro lado, si sacar a Wikileaks del WWW es tan sencillo, ¿por qué siguen existiendo webs con contenido claramente delictivo tipo pederastia, drogas y tráfico de personas…estas…¿son especiales?, ¿no generan problemas a la integridad de los servidores?, ¿qué responsabilidades tienen los dueños de los servidores sobre los contenidos albergados?. Si, me surgen muchas dudas.

En este sentido no tengo ni idea de cómo funciona Matrix, pero está visto que tiene goteras.

1 comentario:

  1. El tema de la censura a los medios de comunicacion cuando se trata de "secretos de estado", ya no deberia sorprendernos porque es algo que esta a la orden del dia y aunque es un acto reprobable (no voy a ser yo el que diga que esta en contra de la libertad de expresion), es algo que se entiende. Cualquier cosa que pueda desestabilizar el sistema politico reinante de cualquier pais es atacado con todos los medios disponibles. No es tanto vetar la libertad de expresion si no... ¿Interesa que eso que estan diciendo se sepa?. Esta claro que no y por eso se ataca. Cuando hay articulos que realzan la gestion de un gobierno, hasta el mismo gobierno se encargan de hacerle la mejor publicidad.

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